Hoy sábado, en nuestra sede hemos llevado a cabo una valiosa sesión de formación dirigida a usuarios de perros guía, impartida por Pedro Rodríguez, agente de la Policía Municipal de Madrid. Esta iniciativa tiene como objetivo educarnos sobre nuestros derechos y las acciones a seguir en caso de negación de acceso a establecimientos públicos o privados que nos acompañan con nuestros perros guía.
La formación se fundamentó en la Ley de 2015 de Perros de Asistencia de la Comunidad de Madrid, que establece que cualquier establecimiento que niegue el acceso a una persona con un perro guía se enfrenta a una falta considerada muy grave, con sanciones que pueden oscilar entre 2.000 y 10.000 euros. Se nos advirtió que, si decidimos presentar una denuncia, la situación podría escalar a un proceso penal.
Durante la sesión, que se llevó a cabo de 11:30 a 13:30 horas, tuvimos la oportunidad de compartir nuestras experiencias. Uno de los relatos más impactantes fue el de un asistente que enfrentó la negativa de un taxista a llevarlo debido a una supuesta alergia. Este tipo de excusas, como “la religión me lo prohíbe” o “mi empresa no me deja”, fueron identificadas como comunes y, en muchos casos, infundadas.
Se nos informó sobre los procedimientos a seguir en situaciones donde se alega alergia, incluyendo la posibilidad de solicitar la apertura de diligencias, lo que puede llevar a un procedimiento administrativo en el que la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid pueden requerir informes sobre alergias. Esta misma ruta se aplica si optamos por la vía penal.
Asimismo, se destacó la importancia de la Unidad de Gestión de la Diversidad de la Policía Municipal, ubicada en la comisaría de la calle Plomo 14. Expresamos nuestra preocupación por la frecuencia con la que ciertos establecimientos, especialmente aquellos regentados por personal de origen asiático o indio, parecen incumplir las normativas. Hicimos un llamado a proporcionar más información a estos establecimientos y a implementar sanciones más severas para aquellos que reinciden en la negación del acceso.
Un caso concreto mencionado fue el de un taxista sancionado con 5.000 euros por negarse a llevar a un usuario con su perro guía, un incidente respaldado por otros taxistas que ayudaron a la persona usuaria documentando la situación con fotografías de la matrícula del vehículo.
Nuestros testimonios también revelaron que muchos de nosotros enfrentamos dificultades para encontrar taxis dispuestos a recogernos, tanto en días de lluvia como en los meses de verano, especialmente en estaciones como Atocha, Avenida de América o Chamartín. Se recomendó que realicemos nuestras solicitudes a través de aplicaciones móviles, donde podemos registrar el nombre del conductor, la matrícula y, en algunos casos, incluso tomar fotografías. Además, se nos alentó a grabar cualquier incidente con nuestros teléfonos o gafas inteligentes para tener pruebas en caso de necesitar presentar una denuncia o falta administrativa.
Para concluir, se hizo entrega a Pedro Rodríguez, para la Unidad de Gestión de la Diversidad, de una estatuilla de perro guía y se llevó a cabo un sorteo entre los asistentes de dos productos, como un hueso de nylabone y un paquete de toallitas para perros.
Esta formación no solo nos empodera como usuarios de perros guía, sino que también busca crear una mayor conciencia sobre la importancia de la inclusión y el respeto a los derechos de todas las personas, independientemente de sus necesidades especiales. La lucha por un acceso equitativo continúa, y eventos como este son fundamentales para avanzar hacia una sociedad más justa y comprensiva.
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